El cuidado dental en la infancia es fundamental para evitar caries, enfermedades de las encías y otros problemas que pueden afectar tanto a la salud como a la autoestima de los niños. Sin embargo, muchos padres, a pesar de su buena intención, cometen errores sin darse cuenta en la rutina de higiene oral de sus hijos. Estos fallos, repetidos en el tiempo, aumentan el riesgo de complicaciones y suelen ser la causa más frecuente de consultas en odontopediatría. Conocerlos es el primer paso para corregirlos y asegurar sonrisas sanas desde la infancia.
Error 1: Empezar tarde con el cepillado
Uno de los errores más comunes es esperar a que el niño tenga todos los dientes de leche para iniciar el cepillado. Lo ideal es comenzar desde el momento en que aparece el primer diente. Aunque al principio la rutina sea sencilla, ayuda a proteger el esmalte y, lo que es más importante, enseña al niño que cepillarse los dientes es parte de su día a día. Así, cuando llegue la etapa escolar, el hábito ya estará consolidado.
Error 2: Usar mal la pasta dental
La cantidad y el tipo de pasta de dientes son aspectos clave que muchas veces se pasan por alto. En menores de tres años, la dosis debe ser equivalente a un grano de arroz, mientras que a partir de esa edad debe ser del tamaño de un guisante. Además, la pasta debe contener flúor en la cantidad recomendada según la edad, ya que este mineral es el principal aliado en la prevención de caries. Usar demasiada pasta o una sin flúor reduce la eficacia del cepillado.
Error 3: Permitir que el niño se cepille solo demasiado pronto
Es muy positivo fomentar la autonomía en los niños, pero en el caso del cepillado dental no es recomendable dejarlo por completo en sus manos demasiado pronto. Hasta los seis u ocho años no tienen la destreza necesaria para limpiar de forma eficaz todas las superficies dentales. Lo ideal es que ellos empiecen a cepillarse para practicar y sentirse responsables, pero que los padres supervisen y repasen el cepillado para asegurarse de que queda completo.
Error 4: Saltarse el cepillado nocturno
De todos los cepillados del día, el nocturno es el más importante, y también el que más suele omitirse. Mientras dormimos, la producción de saliva disminuye, lo que facilita que las bacterias actúen sin resistencia y aumente el riesgo de caries. Por eso, aunque el niño esté cansado, el cepillado antes de dormir es imprescindible y debe convertirse en una rutina innegociable.
Error 5: Descuidar los molares
Los molares son piezas especialmente vulnerables a la caries porque están situados en la parte posterior de la boca y presentan surcos donde se acumula con facilidad la placa bacteriana. Es muy común que los padres no presten tanta atención a esta zona durante el cepillado, pero dedicar unos segundos adicionales a limpiar bien los molares puede marcar la diferencia en la prevención.
Cuidar la boca de los niños no solo significa cepillar los dientes a diario, sino hacerlo bien y de manera constante. Evitar estos cinco errores frecuentes es fundamental para prevenir la caries infantil y asegurar un desarrollo bucodental sano. Supervisar el cepillado, elegir bien la pasta dental y no olvidar la importancia de la limpieza nocturna son pasos sencillos que tienen un impacto muy positivo en la salud oral de los más pequeños.